"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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24-09-2015 |
Con el tiempo, lo que el viento se llevó puede volver
URUGUAY Y BRASIL
No sé si irán al viento estas palabras
Pero yo he escuchado al viento hablarRoberto Musso
Hoy escuchamos la alarma por la situación que atraviesa Brasil y el posible impacto sobre Uruguay. Para evaluar las opiniones de los expertos y voceros del gobierno sobre este tema, quisiera comenzar recordando lo que estas mismas personas decían hace cuatro años. Fue cuando Standard & Poor's, la misma agencia de calificación de riesgo que le bajó ahora la nota a Brasil, lo hizo con la deuda de Estados Unidos.
También en ese momento hizo ruido, y hubo muchas opiniones de los expertos y los funcionarios del equipo económico por la situación económica internacional, las dificultades de Brasil en particular, y qué consecuencias tendría todo eso para Uruguay. Hubo una que me llamó la atención, la de Álvaro García, que poco antes que había sido brevemente Ministro de Economía (tramo final del primer gobierno Vázquez, porque Astori estaba en campaña electoral), ahora es director de la OPP.
Escribí entonces una nota llamada “Que el letrista no se olvide de dar certeza y tranquilidad en la actual coyuntura económica”( http://postaportenia.blogspot.com.uy/2011/08/tus-pecados-te-son-perdonados-con-todo.html ,y http://www.surda.se/ArticulosEnPortada/Uruguay%20Que%20el%20letrista%20no%20se%20olvide.htm) título que aludía a dos cosas: el pasado de García como letrista de Contrafarsa , y el empeño de todos esos economistas y comentaristas en precisamente eso, dar certeza y confianza económica. Esas opiniones estaban en una nota periodística “Lo dijo Álvaro García” ( http://www.elobservador.com.uy/hay-que-ver-si-los-mercados-le-creen-mas-obama-o-sp-n207132 ) , y eran más o menos así: ¿Hay problemas? No pasa nada, Uruguay está blindado. Y los problemas de los países con los que Uruguay tiene fuertes vínculos económicos ¿tendrían consecuencias negativas para nuestro país? No, de ninguna manera.
Incluso, entre los expertos, los mismos que escuchamos hablar ahora, había entonces un pequeño matiz. Casi todos decían que lo que pasase en el resto del mundo, a Uruguay ni fu ni fa porque somos casi invulnerables. Pero algunos iban más lejos y el optimismo lograba ser un poco más audaz: las dificultades de los demás no solo no perjudican a Uruguay sino que lo benefician . García era de estos últimos. El tema Brasil siempre ha sido un caso curioso para esa forma de pensar, cuando más jodido está Brasil mejor para Uruguay. Así lo decía García: “Brasil tiene los mismos problemas que Uruguay y, por ello (sic), no se vislumbra que vaya a haber problemas".
Resultó un poco corto de vista. Hoy ya los hechos son demasiado claros como para seguir diciendo tonterías. Pero no deja de llamar la atención esa forma de pensar. Si los grandes vecinos hacen agua, mejor para el chiquito al que el agua todavía no llegó.
Ahora, García no está de acuerdo con el planteo del Instituto Cuesta-Duarte de recurrir a impuestos o reservas para alcanzar las metas presupuestales, dice que eso es “irresponsable”. ¿Y por qué?. Porque “la situación de Brasil es muy compleja y tarde o temprano nos va a afectar". Antes era al revés.
Astori, sin embargo (García es una versión deslucida de Astori, no le da la nafta para tanta audacia) sigue encontrando que las dificultades de Brasil nos favorecen, aunque la idea ya se le empieza a desteñir con un cierto como te digo una cosa te digo la otra. Ahora sí están todos muy preocupados y siguen la situación “minuto a minuto”, él también, pero no pierde su optimismo y agrega que “la pérdida de investment grade [por Brasil] tiene su lado positivo en la diferenciación [de Uruguay] con ese vecino”. ( http://www.subrayado.com.uy/Site/noticia/48449/perdida-del-grado-inversor-de-brasil-es-una-diferenciacion-para-uruguay ).
Esta forma de ver las cosas puede parecer desconcertante, vamos a tratar de explicarlo.
¿En qué podría fundarse esa idea de que las dificultades de otros países de la región podrían tener “un lado positivo” para Uruguay? Es obvio, en la idea de la “competitividad” encarada en forma muy estrecha, si los demás andan jodidos nosotros podemos mojar alguna de rebote. Es el punto de vista del desesperado, la “competitividad” no surge acá de condiciones propias sino de las dificultades de los demás, que dejarían un pequeño hueco.
Hagamos un pequeño esquema explicativo. Uruguay es algo así como un quiosquito en la puerta del supermercado. Tiene, por supuesto, alguna “ventaja competitiva”, alguna “diferenciación” en algún precio un poco más barato para captar clientes que pasan por ahí, si no fuese así no podría existir. Supongamos ahora que el súper tenga dificultades, quede desabastecido, o no pueda mantener precios accesibles para los clientes, o se prenda fuego. Si el quiosquero tiene algo de sentido común, se preocuparía. Si no lo tiene, tal vez se frote las manos, “esta es la mía, la hago toda y desplazo al supermercado”.
Tal vez me digan que estoy exagerando al considerar a García capaz de ese grado de delirio. Veamos esto que decía en aquel momento: “ hay que ver si las grandes economías siguen marcando el camino o si habrá un enfoque importante desde las economías emergentes”.
O sea: EEUU y la UE, que han sido hasta ahora los que “marcan el camino” del sistema capitalista mundial; ahora tienen dificultades. Entonces podrían ocurrir que fuesen relevados de ese rol por las “economías emergentes”, tal vez los “BRICS”, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Pero como estos también tienen muchos problemas, China se desacelera, Brasil pierde el grado inversor, y en cambio Uruguay no, tiene grado inversor, es que estamos “diferenciados”. Por eso es irresponsable recurrir a las reservas, se necesitan para conservar el grado inversor, que permitirá que los capitales que se retiren de Europa, Brasil y China vengan a Uruguay.
¿De dónde salen estos sinsentidos? De la mentalidad colonial, que no tiene mucho misterio. La obsesión es cuál de las colonias ocupará un lugar un poco mejor dentro de la estructura colonial, sin cuestionar, por supuesto, el sistema colonial en sí. Las colonias compiten por ese lugar, y por eso tienen conflictos entre ellas. De esta forma, las dificultades de una podrían ser las oportunidades de la otra. Esto no descarta completamente alguna forma de “integración”, juntarse para negociar en común algunas mejoras en las condiciones de vasallaje. Como esto se hace al mismo tiempo que esa competencia permanente entre los mismos que se juntan para defender sus “intereses comunes”, este es un tipo de “dilema del prisionero” que no tiene solución, el juego de quién traiciona a quién.
Que dos velocidades, que una sola, que libertad para acordar por afuera, que hacer cumplir los acuerdos de adentro, que negociar en conjunto y al mismo tiempo negociar por separado. Ni por casualidad se les ocurre algo para construir juntos, como no fuese un puerto para que los “marcan el camino” se la lleven más rápido.
Al ver estas nuevas declaraciones de Astori y García sobre el posible “efecto caipirinha”, que fueron hechas en una visita a la Expo-Prado en la Asociación Rural, recordé lo que habían dicho hace cuatro años, cuando los problemas comenzaban a aparecer en el horizonte. Viendo las vueltas que dan las cosas se me ocurrió el título para esta nota, y a partir de ese título me vino a la mente esa letra de Musso, que me gusta porque da vuelta el estereotipo educativo machista. Me puse a escribir, y de pronto veo en la tele una imagen, a la salida de esa reunión, con Tabaré, el otro Tabaré, Reilly el de la Rural, García, y con ellos estaba... Roberto Musso! No sé que estaría haciendo allí, pero a lo mejor podría explicarle a los otros que hay otra forma de encarar la vida, la de quien, si hay dificultades, reveses, conflictos, choques, decepciones, y peleas de chiquiines, se echa andar y “no llora”.
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